Rompiendo Paradigmas: México y su Avance Hacia la Independencia Tecnológica Aeroespacial
- jonathanlopezromo
- 16 abr 2024
- 2 Min. de lectura
En un esfuerzo por transformar la percepción global de México como simplemente un ensamblador en el campo de la tecnología aeroespacial, líderes y expertos del país están haciendo movimientos significativos hacia la independencia tecnológica. Mario Alberto Mendoza Bárcenas, del Centro de Desarrollo Aeroespacial del Instituto Politécnico Nacional (IPN), está a la cabeza de estos esfuerzos y lidera la primera misión suborbital de México.
Bajo su dirección, el equipo de IPN ha diseñado el Módulo Experimental para el Diseño Iterativo de Subsistemas Satélites versión 6 (Emidss-6), en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología. Este módulo será lanzado el 31 de diciembre hacia la estratosfera con el apoyo del Programa de Globos Científicos de la NASA y la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, desde la Base McMurdo en la Antártida. La misión durará entre 15 y 20 días y realizará una vuelta completa a la Tierra, operando desde una altura de 35 kilómetros.
Desde 2019, la colaboración del IPN con la NASA ha evolucionado significativamente, permitiendo al equipo mexicano avanzar de Emidss-1 a Emidss-5, y ahora con una invitación especial para participar en la misión desde la Antártida. El viaje desde el Emidss-1, un instrumento inicial con sensores ambientales y una computadora de vuelo del tamaño de un pequeño satélite, hasta el más sofisticado Emidss-6, refleja un crecimiento impresionante en experiencia y capacidad técnica.
La misión en la Antártida no solo es un hito por su ubicación y las duras condiciones ambientales que implicará, sino también por la oportunidad de recoger datos sobre variables climatológicas y otros contaminantes, como microplásticos. Estos esfuerzos no solo avanzan la ciencia y la tecnología sino que también tienen implicaciones directas en la salud humana y el calentamiento global.
Aunque México todavía depende de tecnología extranjera, como semiconductores y otros materiales no producidos localmente, el objetivo es la integración de estos componentes para propósitos específicos en aeroespacial. El país está en un punto crítico donde debe pasar de ser simplemente usuario a ser creador y propietario de su propia tecnología.
Este cambio de paradigma no es solo una necesidad estratégica para reducir la dependencia de la tecnología extranjera, sino también una oportunidad para que México se posicione como líder en tecnología aeroespacial en América Latina y a nivel mundial. El viaje es largo y desafiante, pero las bases están firmemente establecidas y el rumbo está claro. Con cada proyecto y cada lanzamiento, México está un paso más cerca de alcanzar su meta de independencia tecnológica en el campo aeroespacial.
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